viernes, enero 05, 2007

El orígen de la angustia

"Y en aquel reducto solitario me ponía a escribir cuentos.
Ahora advierto que escribía cada vez que era infeliz, que me sentía solo o desajustado con el mundo en que me había tocado nacer. Y pienso si no será siempre así, que el arte de nuestro tiempo, ese arte tenso y desagarrado, nazca invariablemente de nuestro desajuste, de nuestra ansiedad y nuestro descontento. Una especie de intento de reconciliación con el universo de esa raza de frágiles, inquietas y anhelantes criaturas que son los seres humanos."


Acabo de terminar Sobre Héroes y Tumbas, libro de culto del reconocido escritor argentino Ernesto Sábato, en él nos habla de la soledad, la traición y la angustia. Nos cuenta, a la vez, la historia de una familia oligárquica de Buenos Aires venida a menos y la insipiente y extraña relación de ¿amor? entre Alejandra y Martín, dos jóvenes perdidos en su angustiosa existencia. Historia nacional e individual se entretejen en este libro oscuro y desgarrador por momentos, donde no faltan las cavilaciones metafísicas y las dudas existenciales, donde la metáfora y el diálogo se dan la mano para narrar de forma impecable una historia confusa que se va desenmarañando de a poco. Es un libro muy bueno, aunque puede resultar un poco pesado y a veces su excesivo dramatismo puede oprimir el alma del lector.

El fragmento que elegí pertenece ya a las últimas páginas, las mejores a mi parecer. El último capítulo, donde uno de los personajes se hace omnisciente y narra en forma e monólogo las venturas y desventuras de la familia Olmos y Vidal, y va mechando con ella impecables pasajes de meditación personal, como el que precede. Y lo elegí porque su punto de pista me pareció por demás interesante. ¿Cuándo escribimos? ¿Cuándo nos sentimos enajenados de este mundo que nos rodea? ¿Creamos nuevas realidades para escapar de la que nos atormenta? Algo de cierto hay, escribimos o pintamos o esculpimos cosas nuevas que no encontramos en el mundo que nos rodea. El arte es una manera segura de alejarse de la realidad sin caer en la locura. Y a veces, como el personaje de este libro, nos sentamos a escribir cuando alguna pena o sentimiento obnubila nuestra alma y logra arrancarnos de la monótona existencia, nos eleva por sobre ella y nos ilumina con la inspiración creadora que necesitamos. Y entonces sí, damos rienda suelta a la imaginación con furia, como si corriésemos alejándonos de una prisión invisible que nos oprime y hace infelices.
No quiero extenderme más, es un libro que da para hablar mucho, ya que toca variadas problemáticas de nuestra existencia de una manera particular e inteligente, y es mejor sólo decirles que lo lean ustedes y saquen sus propias conclusiones. Después, si quieren, seguimos debatiendo.

Para terminar, les dejo un párrafo que me encanta, para que sigan pensando sobre la dualidad del ser humano y la angustia que baña (¿y caracteriza?) su existencia:

"Mientras que el hombre, al levantarse sobre las dos patas traseras y al convertir en un hacha la primera piedra filosa, instituyó las bases de su grandeza pero también los orígenes de su angustia; porque con sus manos y con los instrumentos hechos con sus manos iba a erigir esa construcción tan potente y extraña que se llama cultura e iba a iniciar así su gran desgarramiento, ya que habrá dejado de ser un simple animal pero no habrá llegado a ser el dios que su espíritu le sugiera. Será ese ser dual y desgraciado que se mueve y vive entre la tierra de los animales y el cielo de sus dioses, que habrá perdido el paraíso terrenal de su inocencia y no habrá ganado el paraíso celeste de su redención. Ese ser dolorido y enfermo del espíritu que se preguntará, por primera vez, sobre el por qué de su existencia."