sábado, febrero 24, 2007

Que vuelva

Que rompa ya a llorar el cielo, que caiga ahora esa gota redentora sobre mi inmunda cabeza.
Que cante sobre el roble por última vez la calandria, y deje en mi oido contaminado su humilde y triste melodía.
Que sople esa brisa del sur una vez más, y se lleve por fin la última estela de tu perfume barato.
Que se vuelen todos tus recuerdos de mi mente, como las palomas de la plaza, aquella vez en septiembre.
Que no vuelva a sonar más el teléfono desesperado por las noches, que no resuene tu voz en el vacío eco del ascensor en la madrugada.
Que se vaya de mi sábana el garabato de tu silueta, y de la almohada mojada el insomnio que provocas.

Y que vuelva a ser el de antes, antes de la destrucción de tu pelo, antes del beso de fuego, del recuerdo aún ardiente en mi piel. Antes de que te vayas dejándome aquí, rogando que vuelvas para que me veas partir a mí.